Siesta: necesaria hasta los 3 años

Para los más pequeños, el descanso durante el día es tan importante como el de la noche. El hábito de dormir la siesta tiene grandes beneficios para los niños.

Durante los primeros cuatro o cinco años de vida se recomienda que los niños descansen un rato después de la comida, pues esta rutina repercute positivamente en su desarrollo.

Les permite estar más tranquilos, menos irritables, más sociables, más atentos y les ayuda a asimilar mejor lo aprendido durante el día. De hecho, contribuye a reducir la hiperactividad, la ansiedad y la depresión en los niños.

Los períodos de descanso diurno se van acortando a medida que el niño va creciendo. Primero desaparece la siesta de la mañana y más tarde, más o menos a partir de los cuatro años, acabarán eliminando la de la tarde.

La siesta facilita la recuperación de la energía física y psíquica, elimina la tensión y el cansancio acumulad. Resulta ser como una especie de “reset” para afrontar la segunda parte del día.

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Photo credit: emerille

Según investigaciones sobre sueño infantil, una pérdida pequeña de tiempo de sueño, en el inicio de la infancia se relaciona con un bajo rendimiento escolar. Además, dormir poco durante los primeros tres años multiplica el riesgo de retraso en el lenguaje.

No dormir la siesta en la infancia está asociado a una conducta más impulsiva, a una disminución en la capacidad e interés por el aprendizaje, así como a una mayor prevalencia de terrores nocturnos.

La siesta debe diferenciarse del descanso nocturno

Establece diferencias para indicarle a tu pequeño que se trata solo de reposar un poco y no dormir durante horas como durante la madrugada.

Dormir la siesta: un hábito sano

A pesar de que es casi una tradición, muchas familias se muestran permisibles con sus pequeños y les permiten jugar cuando deberían estar durmiendo.

Sin embargo, después de leer esto, si durante el mediodía haces que tu pequeño duerma la siesta estarás ofreciéndole la oportunidad de que se sienta bien, con energías para jugar, aprender y actuar como el niño que es: curioso, despierto, inquieto etc.

Los especialistas advierten que en todas las edades, tomar siesta resulta ser algo benéfico, pero al menos hasta los 3 años es sumamente necesaria.

Claro, también debemos aclarar que cada cuerpo es diferente, hay niños que les basta con veinte minutos de siesta para recargar pilas, mientras que otros duermen dos horas, incluso hay quienes a veces acceden a dormir y otras de plano ni lo intentan, y etso no quiere decir que tu pequeño esté propenso a sufrir depresión infantil, para nada, recordemos que cada cuerpecito es diferente. Lo que sí es un hecho es que dormir la siesta tiene grandes beneficios.

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Photo credit: FamilyEducation

Más allá de lo comentando anteriormente, son muchos más los beneficios de la siesta para niños:

1. Reponen energías

Además del cansancio físico que se pueda generar desde la mañana hasta el momento de la siesta, este descanso diurno es muy positivo para la mente de los pequeños. Durante este rato, se dan en el cerebro una serie de procesos complejos que le ayudan a incorporar nuevas ideas, y memorizar lo aprendido previamente.

Lógicamente, los músculos también salen beneficiados.

2. Mejora su rendimiento

Diversas investigaciones afirman que, tanto en el plano escolar como en el deportivo, los niños que duermen siesta suelen mostrarse más activos y atentos que aquellos que no. Su principal argumento es que disminuye la sensación de fatiga y favorece el rendimiento cognitivo.

3. Estimula la sociabilidad

Un rasgo esencial de la siesta es que ofrece la posibilidad de mejorar el estado de ánimo, sobre todo en los más pequeños. Por lo tanto, estos se mostrarán más atentos, pacientes y de mejor humor durante el día.

“Durmiendo siesta, los niños pueden reponerse del cansancio que acumularon durante el día; se evita, entonces, que lleguen a la noche agobiados, inquietos e irritables”

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Photo credit: espanol.babycenter.com

4. Da lugar al crecimiento

Durante los momentos de reposo, el organismo genera la denominada «hormona del crecimiento». También, durante el sueño se regulan las funciones cardiovasculares, respiratorias y endocrinas.

5. Promueve el bienestar psíquico

Permite potenciar la memoria de los pequeños, así como su retención, liberar el estrés y como lo hemos venido diciendo, tener mejor humor.

Dormir la siesta es una necesidad fisiológica, pero cada organismo es diferente y por tanto cada niño tiene sus propias necesidades de sueño, y también influye la etapa de crecimiento. No es cuestión de forzarles, pero sí de ofrecerles la posibilidad y preparar el ambiente para que duerman la siesta.

Es importante establecer una rutina para dormir la siesta, más o menos siempre a la misma hora, con algo de luz diurna y un ambiente tranquilo. Lo ideal es hacerlas antes de las cuatro de la tarde; lo más habitual es hacerlas a las dos, después de la comida o las doce del día, antes de la comida.

Hay mamás que optan por eliminar la siesta a los niños que les cuesta dormir por la noche, pero ésta no es la solución. No hay que impedir que el niño duerma si lo necesita. De hecho, puede que dormir la siesta les ayude a dormir mejor por la noche.

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Photo credit: Shine365 – Marshfield Clinic

Ahora que conoces los beneficios de la siesta para niños, de seguro considerarás implementar este hábito saludable en la vida de tu chiquito. Más allá de lo bueno que resultará para él, ¡también te puede servir para reponer energías!

4 comentarios sobre “Siesta: necesaria hasta los 3 años

    1. ¡Hola Fer! Qué gusto leer eso, ya que es un hábito fundamental para el desarrollo y crecimiento de tu pequeña, así que estás haciendo muy bien al fomentarlo desde tan temprana edad.¡ Saludos a ti y tu pequeña!

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