Ha pasado todo tan rápido, que cuando te des cuenta, después de 9 meses te estarás convirtiendo en padre.
Tal vez pienses que los 9 meses que lleva el embarazo son suficientes para prepararte y tomar conciencia de tu futura paternidad, pero al final te darás cuenta de que son precisamente 9 efímeros meses que no te alcanzarán si quiera para hacerte a la idea de cómo lucirás con tu bebé en brazos, de cómo será verla por primera vez, que sentirás cuando la cargues, cuando veas sus ojos, cuando se acuerde de tu voz y te sonría porque sabe perfectamente quién eres, en fin son 9 meses que no te alcanzarán para imaginarte la felicidad que te espera.

Pero puedes empezar ahora con imaginarte tu allí de pie, en el centro de la habitación en donde algún día tenías una bicicleta, cajas, una pantalla sin colocar y cosas que no solías utilizar; esa habitación, que ahora es completamente rosa, con muñecas de Sofi, con juguetes tirados en el piso, y entonces ahí estás tú, meciendo a María Paula junto a su cuna, en silencio, contemplando una de las escenas más bonitas que volverás a ver en tu vida. Te ves incluso a ti mismo cantándole en voz baja para que se duerma y poder ser testigo de la inocencia pura…
Y de repente, te preguntas en qué momento sucedió todo. Tú que hace un año salías todos los fines de semana con tus amigos, que te inventabas mil veces el mismo cumpleaños del mismo amigo para salir a festejar y olvidarte de tus responsabilidades por un momento hasta el amanecer. Tú, cuya única preocupación era decidir a que restaurante ir a desayunar los fines de semana o cuál sería la próxima playa por visitar. Tú, que salías del trabajo por las tardes con la sola intención de gastar todo tu tiempo libre en ti mismo.
Tú, que poco antes dedicabas el día a jugar interminables partidos de fútbol con tus amigos. Tú, que veías a un padre joven con sus hijos mientras caminabas a la facultad y tenías la sensación de pertenecer a universos distintos.
Tú que aún recuerdas nuestros juegos de niños, nuestras peleas, nuestros buenos momentos, nuestras infinitas risas. Tú que hace nada te regresabas a tu departamento cada fin de semana con el corazón destrozado de dejarnos una semana más.

Tú que nunca has tenido ni idea de cómo ser papá, ahora estás a nada de tener entre tus brazos a tu bebé, de arrullarla hasta que se quede dormida, de velar noches enteras esperando que la fiebre pase. Y te preguntarás ¿cómo es que ha podido suceder todo tan rápido?, ¿Qué ha sido de los últimos diez años, veinte años?. Y en ese momento comprenderás, que de un modo u otro, todo va a salir bien. Y descubrirás que de todos los lugares que has conocido y visitado, nunca habías estado tan seguro de no querer estar en otro lugar ni en otro momento…

Por último, quiero decirte que siempre estaré muy orgullosa de ti. Eres un hermano increíble, así que no tengo duda de que serás un gran padre porque aprendiste del mejor. Me siento tan feliz de verte tan lleno de ilusiones y de poder ser parte de esa felicidad. Tus hijas tienen la mejor suerte del mundo.
Feliz día. Te quiero mucho.
Sin palabras mi querida hija… eres y serás única.. gracias… no se donde cabe tanti amor, tanto juego de palabras en ese ser maravilloso.mi bonita
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Que bellas palabras para referirte a tu hermano, con esto le sigues demostrando lo importante que es para ti, han vivido los tres cada una de sus etapas, conocen sus debilidades y fortalezas, es muy padre que se sigan manteniendo así de unidos, siempre brindándose cariño, confianza, lealtad, amor incondicional, les mando a mis tres adorables sobrinos un abrazo, nunca cambien. Los quiero
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